El "eterno amigo" del Real Madrid

El derby copero no hizo sino ratificar una situación que se prolonga desde hace ya muchos años: que los duelos ante los colchoneros son el mejor bálsamo para el Real Madrid. Dio lo mismo que los merengues llegaran algo tocados tras perder dos importantes puntos en Almería, ni con el ambiente un tanto enrarecido por los “recaditos” mutuos entre Valdano y Mourinho a costa del deseo del técnico de contar con otro delantero. La expedición merengue se fue del Calderón, una vez más, con la sonrisa en la boca tras lograr un triunfo necesario para no echar más leña al fuego avivado en los días previos por distintos frentes. Y es que más que un eterno enemigo, el Atlético se ha convertido en un “eterno amigo” para los blancos.

Después de haber llegado a mitad de temporada en una situación más que positiva, con la posibilidad abierta de luchar hasta por tres títulos, al Real Madrid le urge centrarse en lo deportivo y olvidarse de batallas internas y externas. El equipo está a punto de afrontar las batallas que van a decidir si la campaña es un éxito o un fracaso y sería más que aconsejable que todos remaran en la misma dirección. Es cierto que hasta ahora parece que a la plantilla no le ha afectado las distintas polémicas que han rodeado al club en los últimos meses, pero a cualquier grupo, por muy fuerte que sea mentalmente, le puede llegar a distraer que un día el problema sean los árbitros, al día siguiente por la mañana si fichan o no a un 9, y por la tarde si Mourinho y Valdano no se llevan, y un día después que ahora el técnico se está pensando marcharse en junio… Quizá todo se arreglara si en vez de mandarse entre Florentino, Mourinho y Valdano tantos sms como dicen que se mandan, se vieran cara a cara y arreglaran lo que tengan que arreglar.

Soluciones, y urgentes, necesita también el Atlético para elevar su nivel futbolístico y salvar con la clasificación para la Champions una temporada que ha vuelto a llevar a la depresión a su masa social tras las alegrías del pasado curso. Ahora, con semanas enteras para preparar los partidos ligueros, Quique debe ponerse manos a la obra para rearmar al grupo anímicamente, encontrar el mejor once posible tras las últimas incorporaciones y formar un equipo que, aunque no destaque por su calidad, muestre otras virtudes que le hagan mínimamente competitivo y merecedor de ocupar un puesto de honor en la liga. Y rezar para que no se lesione más el Kün.